Header Ads

El Espiritu Santo se le aparece a diez adolescentes y las preña

Algunas de las adolescentes bosnias están felices y orgullosas de haber sido embarazadas por el Espíritu Santo


Volvemos a las andadas, dos mil y pico años después de que el Espíritu Santo la liase parda en la faz de la Tierra ha vuelto a aparecer y a organizar una de las suyas pero a lo bestia.

Diez adolescentes bosnio herzegovinas de entre 13 y 14 años partieron de su localidad de residencia a la capital del país, Sarajevo, con el fin de visitar museos y lugares históricos en un viaje cultural.

Al regreso, algunas de las chicas presentaban visibles síntomas de embarazo y puestas en manos de los oportunos ginecólogos por sus progenitores resultó que, inexplicablemente, estaban embarazadas perdidas aunque algunas alegasen ante sus asombrados padres que solo lo estaban un poco.

Los profesores que hicieron de guias para las menores no se explican que pudo pasar y las niñas se limitan a poner excusas un tanto extrañas, según una le dieron de comer miguitas a unas palomas en una plaza de Sarajevo y notaron como un soplo de aire bajo sus faldas, otra alegó que al entrar en una catedral una paloma le aleteó fuertemente frente a su cara y que la paloma era blanca "me asusté un poco y todo" dijo. El caso más extraño de todo lo presenta una de las adolescentes que manifestó que en la habitación de su hotel se le apareció literalmente un angel "no tenía alas, pero era rubio, más alto que yo, muy guapo y con los ojos azules, también hablaba inglés, al principio lo tomé por otro turista pero me dijo que era un angel". En ningún caso admiten las menores haber yacido carnalmente con varón alguno.

Emina Bektovic, la mayor de todas las adolescentes, se pregunta ante el estupor e incredulidad de la sociedad por qué a ellas no la creen cuando todo el mundo sabe de sobra como se las gasta el Espíritu Santo "hasta un libro que se llama Evangelios y que damos en el cole explica que embarazó a una chica que se llamaba María", explicó Emina echa un mar de lágrimas.

Con la tecnología de Blogger.