Isabel Preysler: "Soy más de Arturo Perez-Reverte pero me llama vieja".
Arturo Perez-Reverte podría ser el amor platónico de Isabel Preysler
A raiz del revuelo formado por la posible relación sentimental de Isabel Preysler con el escritor y académico D. Mario Vargas Llosa, la diva del papel couche no ha tenido otro remedio que salir al paso de todo lo que está publicando la prensa del corazón sobre su persona.
Isabel Preysler compareció ante los medios a la puerta de su casa que estaba impresionante de preciosas bugambillas rosadas y ella impecablemente vestida para la ocasión, para explicar que lo de Vargas Llosa es simple y llana amistad "le doy un achuchoncito de cuando en cuando, que se que eso lo enardece, pero de ahí no pasa la cosa".
Ante la insistencia de los reporteros sobre la posible relación sentimental con el escritor peruano aunque nacionalizado español la diva no tuvo más remedio que confesar "a mi quien de verdad me gusta, mucho además, es Arturo Perez-Reverte y en alguna ocasión tuvimos una conversación íntima, pero Reverte es muy suyo, tiene mucho caracter y entre otras cosas me llamó vieja, y eso no se lo tolero por muy bien que escriba".
Isabel Preysler terminó hablando de manera informal con los periodistas y realizando más confesiones sobre su vida sentimental, y entre risas y veras llegó a reconocer que Reverte "me pone como una moto, es tan... viril", la diva no obstante tiene claro que es una relación prácticamente imposible "Reverte es muy tosco, es de esos hombres que en lugar de regalarte un ramo de flores te lo tiran, con espinas y todo".
Arturo Perez-Reverte y Vargas Llosa, ambos miembros de la Real Academia Española de la Lengua y sin embargo amigos.
Al parecer, y siempre según ella, Vargas Llosa es más delicado y romántico "más o menos como los otros hombres que tuve". A la pregunta de uno de los periodistas allí presentes sobre un posible interés económico en su relación con Vargas Llosa, la reina de la prensa rosa se limitó a sonreir y con un escueto "soy rica desde lo de Julio Iglesias" desapareció vaporosa y delicadamente por la puerta que da acceso a su residencia.
Se sabe que algunos paparazzis se personaron en la residencia de Arturo Perez-Reverte con el fin de sonsacarlo pero se retiraron rápidamente "es que estaba en el jardín limpiando unas escopetas y unos sables con un montón de munición al lado" explicaron visiblemente conmocionados.
