Juez dicta orden de alejamiento de sus padres a dos niñas por ser fans de One Direction
Ana y Silvia junto con un grupo de amigas cantando cosas de One Direction por las calles de Madrid
Cuando Armando y Laura se personaron en los juzgados madrileños solo pretendían quizás una reprimenda sobre sus hijas, un pequeño correctivo "que las pusiese en su sitio", pero el juez de guardia vio las cosas de otra manera.
Ana y Silvia son aparentemente dos hermanas normales y corrientes pero según sus padres tienen un gran defecto al parecer imposibles de corregir: son fans del grupo pop One Direction.
Según Armando y Laura, sus padres, el problema pasó de ser una mera anecdota a algo insufrible "nos ponían música de esa mierda de grupo día y noche, era realmente insoportable". Probaron otros medios para quitarles el vicio pero resultaron infructuosos "se juntan con las amigas en el colegio y se las ingeniaban para seguir escuchando esa música les quitamos el pc, el equipo de música, la radio y la tv, pero siempre aparecía al final algún cachivache capaz de hacer sonar a ese maldito grupo o lo que sea" explica la madre de ambas que a pesar de la orden de alejamiento aún se encuentra con un severo tratamiento psiquiatrico a base de ansiolíticos.
El padre por su parte también tomó medidas "les quité toda la ropa, accesorios y posters del puñetero grupo, les puse en la habitación unos posters de The Beatles, que ser no son lo que nos gusta pero al menos no son tan insufribles como los putos One Direction pero nada dio resultado". Armando menea la cabeza apesadumbrado y con una lágrima en los ojos explica a este medio "hasta le dí un par de buenos hostiones del derecho y del revés a cada una pero nada, al final si no tenían donde poner la puñetera música de esa banda la cantaban ellas, es como si estuviesen poseidas por algo maligno".
El juez de guardia de los juzgados madrileños de la plaza de Castilla lo vio claro, en la orden de alejamiento es contundente: Ana y Silvia deberán permanecer alejadas de sus padres a una distancia de dos mil kilómetros, salvo que corrijan ese maldito vicio de ser fans de One Direction "o esto o esos padres cometerán una locura ¡y con toda la razón del mundo!" explica el bondadoso juez "se sabe de casos en que los padres mataron y descuartizaron a fans de One Direction y no es plan que esos pobres padres terminen en la penitenciaría por culpa de sus hijas".
Los padres obviamente se muestran apesadumbrados por la orden de alejamiento sobre sus hijas de 15 y 16 años dictadas por el juez, no obstante también le están agradecidos "al menos disfrutamos de paz". Según cuentan se sienten apoyados por familiares, amigos y sobre todo por los vecinos "es que habíamos recurrido a todo lo humanamente posible: psicólogos, psiquiatras y hasta fuimos a ver al párroco por si se trataba de una posesión diabólica o algo similar, pero nada dio resultado". Ahora al menos pueden llevar una vida tranquila a la espera de que sus hijas abandonen el fanatismo por One Direction "es como una droga cualquiera, lo malo es que no hay centros de rehabilitación" se lamenta una llorosa y sufrida madre.
Minuto News trató de informarse sobre la falta de centros de rehabilitación para los errados fans de One Direction y según explicaron varios especialistas el asunto es complicado, las palabras del presidente de la Asociación de Profesionales de la Psiquiatría y la Psicolgía, D. Andrés Martianez: "¿quién aguanta el sindrome de abstinencia de estas personas? ¿se las imaginan ustedes cantando durante horas y horas canciones de One Direction? habría que recurrir directamente al maltrato puro y duro para quitarles el vicio y eso, además de ser ilegal es desagradable".
