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Policías afganos exigen que les den fusiles de verdad.

Policías afganos con sus fusiles de juguete


La policía afgana parece estar harta de que se rían de ellos y exigen que por lo menos se les den fusiles de verdad "que nos metemos en esto para tener un fusil de verdad y poder matar un poco de vez en cuando" ha dicho un portavoz del cuerpo que prefiere mantenerse en el anonimato "por si las moscas".

Según este mismo portavoz anónimo y unos cuantos colegas que también prefieren permanecer en el anonimato "lo de las metralletas de juguete está muy bien cuando tenemos a los americanos al lado". Al parecer en cuanto se separan de ellos un poco las fuerzas internacionales "de paz", los insurgentes toman por el pito del sereno a estos policías.

"Y lo peor no es eso" explica atribulado uno de los policías anónimos "lo malo es que cuando no están con nosotros los talibanes nos hacen burla y se cachondean mucho antes de dispararnos, y claro, con estos rifles de color naranja no podemos hacer mucho, correr y escondernos. Lo peor no es que intenten matarte, lo que de verdad fastidia es lo que se ríen de nosotros".

El presidente de Afganistán Asharf Ghani Ahmadzai, que fue preguntado por el tema miró sorprendido a los periodistas y dijo no saber que en su país hubiese policía "trataré de enterarme del asunto, parece importante"

Medios de los EE.UU trataron de sondear la opinión de Barak Obama quien ante sus preguntas sobre las armas de juguete de la policía afgana sonrió paternalmente y explicó tras un lacónico "todo se andará" que no era buena idea armar de momento a la policía de afganistán "siempre que le damos armas a la gente de por allí, sean quienes sean, la terminamos cagando bien cagada". Después volvió a sonreir y pidió que se pasase a preguntas serias que aquello era una nadería.

Los policías afganos piden que les permitan pintarlos de negro "es que de color naranja dan un cantazo que no veas". Al parecer ni los niños les obedecen cuando les dan el alto por haber hecho alguna travesura. Uno de los policías explica muy enojado que hasta una mujer se le rió en las barbas cuando le llamó la atención por mostrar un poco un pie bajo el burka "¡ni las mujeres nos respetan!" exclama el policía visiblemente avergonzado.

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