Christine Lagarde asegura que los pobres son muy monos
Christine Lagarde explicando como le echa cacahuetes a los pobres.
Christine Lagarde asegurĆ³ durante rueda de prensa en la maƱana de hoy que "los pobres son muy monos". SucediĆ³ al ser interpelada, por una reportera del Washington Post, sobre el significativo aumento de la pobreza en el mundo y el aumento de personas que viven bajo el umbral de la miseria, mientras que los ricos aumentan considerablemente sus ya de por si abultadas cuentas corrientes.
Christine Lagarde, sin perder la tranquilidad ni la sonrisa, asegurĆ³ que "le encantaban los pobres y que hacĆa todo lo que podĆa por ayudarles" entre otras medidas de menos consistencia que toma la presidenta del Fondo Monetario Internacional para paliar la pobreza asegurĆ³ que "les tiro cacahuetes cuando veo a alguno por la calle, siempre llevo alguna bolsa de cacahuetes o algunas otras chucherĆas por si me topo con pobres".
Finalmente terminĆ³ su explicaciĆ³n, siempre sin perder la leve sonrisa que la caracteriza explicando que "me gustan los pobres pero a la vez me dan penita, a veces pienso que deberĆamos de hacer algo, no se, encerrarlos en jaulas adecuadas, asĆ les podrĆamos echar allĆ chucherĆas y darles de comer mejor, ademĆ”s podrĆamos tambiĆ©n tenerlos entretenidos haciendo algĆŗn trabajo fĆ”cil para grandes multinacionales, ese trabajo se podrĆa remunerar en especies y recompensas, si trabajan mucho, por ejemplo, se les echa mĆ”s comida o se les da un manguerazo de agua frĆa, que me dijeron que los pobres disfrutan mucho cuando se les echa agua. Pobrecitos, me dan mucha pena, algunos viven en una caja de cartĆ³n".
Cuando la periodista del Washington Post inquiriĆ³ de nuevo a la presidenta del FMI sobre si no le parecĆa excesivo encerrar a los pobres en esa especie de zoologicos la ilustre dama explicĆ³ un escueto "no, a veces son violentos, no es la primera vez que intentan atacarme cuando les echo cacahuetes, creo que sueltos por ahĆ pueden ocasinar alguna desgracia".
Posteriormente admitiĆ³ que quizĆ”s tambiĆ©n las personas adineradas, como ella, podrĆan comprar un pobre "supongo que bien adiestrados no ofrecerĆ”n peligro a las personas, sobre todo a quienes seamos sus dueƱos, ademĆ”s podrĆan hacer labores en nuestros hogares y bueno, siempre es magnĆfico para ellos".